Sabés? si este problema fuera de dos cifras ahora estaríamos empachándonos de angustia. Vos tomarias tu signo como si fueras prácticamente imposible de descifrar y yo caminaría en busca de alguna respuesta imposible o una consigna errónea.
Espere el amanecer con un ramo de flores en la mano, respirando esos instantes que merecian otra oportunidad. Pero tu ya no estabas...y el perfume de tu risa permanecia en el aire...
lunes, 30 de enero de 2012
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lunes, 23 de enero de 2012
El ñato sobre la vereda...a 30º C
Son dos cuadras hasta la heladería, no debe ser muy lejos. El sol quema, cocina, hierve. Ningún ser vivo soporta tanta temperatura. La sed te atormenta tanto que no podes pensar. No podes escribir, ni dibujar. Pisas el pavimento y ya estas en medio de una sartén entre dos milanesas.
Otro paso y un árbol flaco allá enfrente servirá de resguardo. Falta menos, la cumbia esta a todo volumen y es otra razón para querer morir.
Ya se te pego la remera y el poliester del numero 72 en la espalda estampado te marca como ganado. Esperas que el colectivo que viene a toda marcha sople un poco de aire con ese envión. Nada, solo alguien que escupe por la ventanilla y te cae justo, instantes después el humo negro del caño de escape. Ya te pareces mas a un esclavo africano.
Llegas al árbol seco con dos hojas de copa. De copa pensás en algo fresco pero alguien putea en la otra cuadra. Se cortó la luz y la vieja de la esquina no puede terminar de ver la novela. Descargará su furia cobrando mas caro sus bebidas en el kiosco. La heladería entra en panico, los freezers no soportaran mucho tiempo. Baja una cortina. Alguien grita en son de protesta. Soy yo...y ese grito me dió más calor. Consumí calorías en un grito de algo que no se entendió y ya no tengo fuerzas.
Un par de metros mas abrace una reja, sentí la presión del infierno, satanás y su tridente. Respiré mas aire caliente y el vapor de la basura que esta en la esquina hace tres días. Imagine a los animales en medio del campo seco y el poncho del chaqueño Palavecino. Vi un horno de panaderia con prepizzas...una pava hirviendo y una olla de caldo hirviendo.
Llegue a la heladeria, pido crema del cielo en vasito de 3.50... no hay.
Romance del sol y la luna.
Podemos hacer así: yo me olvido de todo fácilmente, vos me culpas de todo lo malo sin rescatar nada de lo bueno, yo trato de hacerme el boludo para creerme que fuiste una más y vos buscarás canciones que hablen de amores que rompieron.
También puedo hacerte creer que me duele, que sufro al no entender que esto así no funcionaba pero aun así no podría quererte, puedo culparte de hacerme sentir que todo podía ser posible, que alguien en realidad podía quererme así, puedo asegurar que tanto no te quería y que solo fue un sueño lindo...una siesta de primavera.
Podes esperar que vuelva a pedirte perdón, a decirte que estaba confundido, a mentirte diciendo que necesito un tiempo, que mi vida ya no es lo que era, que me hiciste de cero, que respiraste el mismo aire que yo, que aprendiste a escuchar mis silencios.
Pero el río llevo las hojas que caían de nuestro árbol, juntó las penas en un remanso triste que solo puede ser visitado en otoño. Llegaron ahí las caricias que dejaste debajo de unos discos para que no se vuelen, los suspiros de aquella noche que te quedaste sola, la ceniza de ese pucho que fumamos luego de bailar y un pañuelo manchado de café de esa mañana en que nos preguntamos hasta donde llegaría lo nuestro.
Día.
Un día como este no merece otra cosa. Amanecer soleado, por la tarde una lluvia de esas...caprichosa, y por la noche un sinnúmero de relámpagos. A pesar de todo llegamos a perdonar sus berrinches de niño mimado.
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