También puedo hacerte creer que me duele, que sufro al no entender que esto así no funcionaba pero aun así no podría quererte, puedo culparte de hacerme sentir que todo podía ser posible, que alguien en realidad podía quererme así, puedo asegurar que tanto no te quería y que solo fue un sueño lindo...una siesta de primavera.
Podes esperar que vuelva a pedirte perdón, a decirte que estaba confundido, a mentirte diciendo que necesito un tiempo, que mi vida ya no es lo que era, que me hiciste de cero, que respiraste el mismo aire que yo, que aprendiste a escuchar mis silencios.
Pero el río llevo las hojas que caían de nuestro árbol, juntó las penas en un remanso triste que solo puede ser visitado en otoño. Llegaron ahí las caricias que dejaste debajo de unos discos para que no se vuelen, los suspiros de aquella noche que te quedaste sola, la ceniza de ese pucho que fumamos luego de bailar y un pañuelo manchado de café de esa mañana en que nos preguntamos hasta donde llegaría lo nuestro.